lunes, 10 de mayo de 2010

C18: Te amo

La semana pasó y una fuerte depresión me embargo. No deseaba saber absolutamente de nada...ni de los ángeles, ni de los muertos...ni de Thomas. Deseaba pasar mi vida encerrada entre las cuatro paredes de mi habitación, con la música lo más fuerte que se podía y siempre con mi pijama blanco. Cada desayuno, almuerzo y cena había sido de total silencio entre mi mamá y yo. Mis calificaciones habían bajado notoriamente, lo que preocupó a todos más de la cuenta.

-...si a b más c más 3 da ocho...¿Maggie?- preguntó Thomas chasqueando sus dedos pálidos delante de mis ojos.

-¿Qué?- ladré.

-¿Estás entendiendo la materia?- preguntó con su mirada fijada en mí.

-Sinceramente, no estoy entendiendo nada.- Miré sus ojos, últimamente con cierta sombra fría en los ojos.

-Maggie...-susurró él acercándose poco a poco a mí.

-Thomas...no...no quiero herirte- proferí antes de que sus labios rozarán los míos.

Detuvo sus labios a los escasos 2 centímetros que nos quedaban para hacer uno de esos dulces besos que no había probado desde hace 3 o 6 días.

-¿Herirme? Mis polainas, te necesito ahora.- Nuestros labios se juntaron, hambriento de tanto tiempo separados. La pequeña mesa que nos separaba paso a la historia cuando Thomas la lanzó lejos de su alcancé sólo para poder meter su fría mano en mi espalda bajo la playera blanca que traía.

Enredó los dedos de una de sus manos en mi cabello, mientras que con la otra la tenia apoyada en el suelo. Yo tenía mis brazos atados a su cuello, mis piernas estabas estirándose poco a poco mientras Thomas bajaba lentamente hasta apoyar mi espalda con la alfombra persa que había en la sala de su casa. Separó nuestros labios, me corrió un rebelde mechón de cabello y mi sonrisa había reaparecido entre sus bellos labios.

-¿Estás segura que esto es lo que deseas?- gimió Thomas entrecortadamente.

Afirmé con la cabeza antes de que mis labios se juntarán con los de él deseosos de lo que sucedería. Thomas seguía con una de sus manos acariciando mis cabellos, mientras que con la otra desabrochaba los botones de la blusa verde que llevaba puesta. Una de mis manos corría desenfrenadamente por su espalda intentando sacar la playera de largas mangas que traía puesta.
Recorrer su espalda desnuda era...increíble. Ya sé el amor ayuda a que cada una de las cosas que vivíamos nosotros dos fuese increíble. Thomas finalmente logró sacar mi blusa, mientras besaba desde mi cuello hasta el escote del bracier que llevaba.

-Te amo- dije como nunca antes lo había dicho. Esta era la primera vez que sentía el peso que llevaba esa frase. "Te amo" era tal vez más conocida en el mundo entero y tal vez la más dicha. Amor es el sentimiento que uno tiene hacía algo o alguien, pero... ¿Qué estaba haciendo ahora yo? ¿Demostrando que amaba a Thomas? ¿Qué lo deseaba aunque tuviese siglos más que yo?
No, lo que yo estaba haciendo en ese momento era entregarme, tanto en cuerpo como en corazón.

-Thomas...-ronroneé jugueteando con sus labios.

-Mmm...-dijo apoyando su cabeza en la hendidura de mi cuello.

Miré el "campo de batalla", pantalones tirados, una blusa verde oscuro sobre una lámpara café clara y una playera de mangas largas y blanca estaba junto a la mesita que había lanzado mi adorado vampiro anteriormente.

-Te amo- susurré nuevamente pegando mi frente a la de él.

No habló. Ningún sonido salió de entre sus fríos labios, sólo el aire que era fuertemente expulsado por la comisura.
Necesitaba que él me dijera que también me amaba, que me deseaba tanto como lo había demostrado ahora, que me necesitaba a su lado...

-Yo...- dejo la frase en el aire.-Yo no te amo, yo no te necesito por un momento, yo no te deseo a mi lado.- Cada una de sus palabras habían sido cortantes.

-¿Qué?- murmuré separándome para ver sus verdes ojos.-¿Qué acabas de decir?- lágrimas ya corrían por mis ojos.

-Que no te amo, que te adoro; te no te necesito por un momento, te necesito una eternidad; no te deseo a mi lado, te deseo...mmm...sobre mí.- Abrí los ojos como platos por lo último que había dicho.

Los besos comenzaron nuevamente, pero está vez Thomas se paraba. Mientras que yo, enrollaba mis piernas en la cintura de mi amado vampiro.

3 comentarios:

  1. guuuuuuuuuuuuuuuuuaaaaooo no puedo decir nada mas

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  2. INCREIBLEMENTE INCREIBLE
    me dejaste sin palabras!
    esta muuuuuuuuuy bueno
    besos
    mero/juanma

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  3. CARAJO DESPUES DE MERO/JUANMA DE NUEVO DEVO APURARME MAS SEGUIDO :P ME ENCANTO ESTAMOS ROMANTICAS EH??
    SEGUI ASI!
    PAULII!

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