sábado, 30 de enero de 2010

C1: Instituto = Amigas, Zorras, Profesores y Nuevos.

Febrero apesta.
No para muchas personas, pero si para mí. Siempre son flores, chocolates, corazones y todo ese bla, bla, bla que sinceramente no soporto. Me llamaran "amargada", pero si has pasado los últimos 16 años de tu vida sola, entre noviazgos de tu madre, de actualmente 40 años, y con la idea de que tu padre es un idiota por haberte abandonado, te quedaras como yo. Bueno, tal vez no tan amargada, aunque, sinceramente, no me considero amargada, pero no soy Miss Felicidad.

Margaret! ¡A la escuela!- grito mi madre desde la cocina, tal vez.

Me levanté sin muchas ganas de la cama con sabanas blancas y cobertor naranja, me miré en el espejo de cuerpo completo. Inspeccione los ojos acaramelados, el cabello chocolate, los menos de 43 kilos, el rostro de corazón y la pálida piel, gracias a la cual me llaman "copito de nieve". Caminé despacio hacia el modesto cuarto de baño, el instituto no llamaba mi atención, por eso intentaba demorarme lo más posible. Tomé un rápida ducha, me vestí con unos clásicos jeans, una sudadera rosada -no soy fan del rosa, pero, ¿qué más puedo hacer?-, mis zapatillas negras y los brazaletes de cuero que adoraba. No desayuné, sino que salí de inmediato a las frías calles de Self-North, el raro lugar en donde vivo desde los 5 años. No había pasado ni doce minutos de mi silenciosa caminata, cuando unos: Maggie, esperamé!" detuvieron mi lento paso.

-Margaret Marie Le Blanc, ¿en dónde vas sin mí?- se quejó la siempre alegre voz de Javiera, una de mis dos mejores amigas.

-Al instituto, ¿a dónde más puedo ir un martes?

-Podrías escaparte con un chico o ir a ingerir droga o podrías...- la interrumpí

-Javi, estamos hablando de mí, ¿ok?

-Bueno, sólo creí que tal vez habías decido salirte de lo aburrido, a lo menos una vez en tu vida.

-¿Te acuerdas cuando casi nos arrestas cuando teníamos 14? Ok, esa fue la única vez que decidí no ser aburrida- dije algo brusca.

El camino siguió silencioso, hasta que las ruidosas puertas de Self-North High School se presentaron entre la selva de cemento. Una chica de cabello castaño y corto se acerco con su típica cara de "no molestes, quiero dormir" y su bolso al hombro.

-Hola- dijo Vanessa interrumpida por un bostezo.

-¿Qué hay?- saludé, mientras Javi saludaba con la mano.

-Mmm...hay sueño, profesores aburridos y un chico nuevo en la clase- contó con otro bostezo.

Vanessa se tapó la boca señalado a un chico de marcada figura, cabello rojizo, sudadera blanca, piel pálida y jeans negros que estaba sentado bajo un árbol leyendo que se yo.
La mano de Javi me despertó de mi ensoñación.

-Maggie, no nos ahogues, ¿quieres?

-No las ahogo.

-Con tu mar de baba, sí- la siguió Vanessa.

-Ya callensé, ni lo conozco, así que no me gusta- dije un poquito alto.

Un toc-toc toc-toc me advirtió que Sasha y su grupito de descerebradas seguidoras estaban cercas.

-Mierda- murmuré, hoy no estaba de ánimo para zorras.

Sasha o zorra mayor, como me gustaba llamarla, se acerco con unos de sus atuendos rosas y con Ashley y Alexa, las gemelas AA, también vestidas de rosado.

-Copito de nieve, que molestia verte- dijo con ese acento tan odioso.

-Digo lo mismo- dije mirando a la chica de cabellera rubia, unos 8 centímetros más alta que yo, sólo gracias a sus tacones.


-¿Te disculparás por lo de la otra ves?-dijo.

-Mmm...creo que no.

-Como quieras, paliducha- profirió con algo de asco.

Me otorgo una de sus tantas miraditas de odio, antes que el toc-toc toc-toc se alejara junto a ella.

-Creo que aún no te perdona por lo de su vestido- afirma Javi.

-No me importa si sigue molesta, no me voy a disculpar por haber echado agua a su vestido... Por Dios, era solo agua, ¡agua!- exclamé.


La campana sonó. Las chicas y yo comenzamos la camina tan aburrida hacia el segundo piso del edificio de cemento. Entramos a la sala de puerta azul, la número 35 y nos sentamos en nuestra habitual puesto para tres personas de frías baldosas.

-Buenos días, clase- saludó el profesor Andy, el de matemáticas, un tipo de menos de 27 años, lentes, buen físico y notebook en el brazo. -Chicos- dijo antes que le devolvieramos el saludo -Día de cambios.

-¿Cómo que día de cambios, profesor?- pregunto Matthew, uno de los pocos hombres a los cuales les hablaba.

-Tenemos un alunmo nuevo, así que vamos a hacer un cambio de asientos para que el nuevo no quede solo- explico.

-Como un fashion emergency para la sala- afirmó Ashley.

-Algo parecido- afirmó el profesor Andy -Ok, tomen sus cosas y cuando los llame se ponen en el asiento que les indiqué.

Definitivamente este no es mi día.

4 comentarios:

  1. esta re lindo!!! me dejaste con intriga!!!
    segui asi!!!
    paulii!

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  2. la verda que muy bueno!!!!!
    te felicito mucho!!!!
    me recomendo que lo lea pauli.... es muy amiga mia... deicime por favor tu usuario de habbo, me gustaria conocerte....
    tu escritura es muy buena.....
    mejor imposible
    te felicito de vuelta
    mi usuario es merovingio-sion
    nos vemos.... MUCHISIMA SUERTE.. SEGUI ASI!!!!!

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  3. olaa escritora!
    no sabes lo que me a encantado
    tu historia !
    eres la mejor escritora d libros !
    por que parece qe va a ser un libro o no?
    sigue asiendolo igual !
    cuidate!!

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  4. q genial bella
    tu historia es genial
    apenas voi en l primer capitulo y ya me qede con ganas de mas
    sigue asi!

    alice.

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