lunes, 22 de febrero de 2010

C4: Celos

Ya había pasado un mes desde la hermosa tarde en la cual Thomas y yo habíamos regresado juntos del instituto. De ser la chica a cual la mayoría de chicos consideran vampiresa, me había trasformado en la "única mujer con la que el chico misterio se atrevía hablar", aunque las pocas veces que nos habíamos vuelto a hablar fue cuando tuvimos que hacer un trabajo de Historia juntos.

-¿Por qué será que siempre te anda mirando?- preguntó un día Javi mirando a la pálida figura de Thomas sentada unos cuantos metros lejos de nosotras, en el patio de la escuela.

-No lo sé- contesté jugueteando con la manga de la playera azul oscuro que llevaba ese día, ya que el nublado cielo había echo sus efectos en la temperatura del ambiente.

Ese día llevaba mi cabello atado en una coleta no muy ordenada, mis típicos jeans gastados, unas botas que me habían costado menos de 10 dólares y mi pulsera de cuero tricolor.

-Y te sigue mirando- continúo Nessa.

-¿Y qué tiene que me miré? Si quieren voy hasta allá y le digo que deje de mirar.- dije parándome algo molesta. Había veces en las cuales no me explicaba del porque todos en el colegio le temían, menos yo. Era algo...extraño.

Las dos se pusieron muy pálida y Nessa señaló con uno de sus delgados dedos a alguien detrás de mí.

-¿A quién le vas a ir a decir que te deje de mirar?- dijo esa acaramelada voz en mi oído. Un escalofrío recorrió mi cuerpo al tomar contacto con sus frías manos situadas en mis hombros.

Me volteé un poco, un "lo siento" salio de sus perfectos labios carmesíes, me mordí el labio inferior -nuevo tic nervioso que había descubierto este mes- y un "no te preocupes" salio sin dar aviso previo a mi cerebro. Mi sonrisa curso sus perfectos labios hasta que...

-Hola, Tommy- dijo una voz de pito detrás de él. Thomas sólo rodó los ojos y volteo a ver a la inconfundible dueña de esa estúpida voz.

-Sasha...es un honor verte- profirió mientras que por su espalda cruzaba los dedos haciendo que las tres ahogáramos una risa.

-Tommy, querido- dijo ella acariciando su mejilla e intentado retener un escalofrío.-no sabes que es malo para un chico como tú que te vean hablando con los imbéciles poca clase- advirtió la rubia mandándome una de sus miraditas cargadas de odio.

-¿Un chico cómo yo?- indagó -¿Qué clase de chico soy, Sasha?- profirió con su seductora voz.

-Uno de nosotros...un chico al cual todos quieren amar y respetar...hasta temer- respondió nuevamente con su voz de pito.

Él formó una sonrisa -¡¡¡MI SONRISA!!!- en su perfecta cara, antes de que se volteará hacia mí y nuevamente susurrara un "lo siento" . ¿Por qué lo sentía? Esperen... ¿Por qué mi importó que le dedicará mi sonrisa -la cual había proclamado mía sin habérselo preguntado- a otra chica? ¿Por qué estaba parada ahora diciendo cosas sin haberlas pensado con anterioridad?

-...Thomas no quiere ir contigo, zorra. Tenlo bien grabadito en la cabeza, Él-no-será-nunca-uno-de-los-tuyos- profirieron mis labios mientras me subía en una mesa.

-Tranquila- me decía por quinta vez Javi.

-Ya bájate de ahí- suplicó Nessa haciendo señas raras con sus brazos.

-¡Callados!- gritó Sasha mirándome sobre la mesa.-Si la loquita desea pelea...pelea le daré- profirió justo cuando mi mente retomaba el control de mi cuerpo.

-Pe...pe...pe... ¿pelea?- tartamudeé poniendo cara de horror.

Me miró con una cara de estafadora y una sonrisa malevola curso su boca de... ¡agr! definitivamente odiaba cuando Sasha se las hacía de superior. En un movimiento rápido, Sasha había agarrado mi pie y me había echó caer sobre la plástica mesa azul, sin problocarle daño a la mesa, pero si un feo moretón a mi pobre cadera.

-Vamos, tonta, párate- labró desde abajo de la mesa.

Me paré -nuevamente cegada por el odio-, bajé de la mesa, y con mi puño bien cerrado golpeé el ojo de la rubia esa. Ella sacó un espejito de su bolso, miró como poco a poco se oscurecía el alrededor de su ojo, volvió a guardar el espejito en su bolso rosado antes de arañarme con sus gruesas garras -porque uñas era poco- un brazo (el cual me dejo sangrando).

-Me las pagarás- le dije antes de agarrar su melena rubia y tirarla hasta que su cabeza casi tocaba el suelo. Estaba a punto de golpearle en la cara cuando unos fríos brazos me agarraron de la cintura y me alejaron de la herida Sasha.

-Cálmate- ordenó una seductora voz en mi oído mientras yo intentaba zafarme de su abrazo empleando mi brazo sangrando.

-¡Suéltame!- chillé moviéndome incómoda entre sus brazos. Juró que cuando el "ni en tus sueños" fue escuchado por mis oídos, mordí su brazo lo más fuerte que pude, pero ni un "auch" salió de sus carmesíes labios.

Todavía entre sus fríos brazos, se sentó en el mojado pasto, me acomodó en su regazo y comenzó a tatarear una canción de cuna en mi oído mientras acariciaba de arriba hacia abajo mi espalda.

-¿Cómo te sientes ahora?- me preguntó en el oído -casi media hora después de mi ataque de ira- mientras yo dormitaba en su techo.

-De mil maravillas- respondí abriendo un poco mis ojos para ver su perfecta cara sonriéndome sólo a mí.

Miré a mi alrededor, todo el instituto estaba ahí viendo como un chico tranquilizaba a una loca de siquíatrico.
Escuche a un chico diciéndole a uno de sus amigotes: "¿Cómo se atrevería a estar así con ella? Casi mata a Sasha". Su amigote sólo respondió con una infantil carcajada: "No te creas mucho, John, Sasha fue la que comenzó la pelea".
Le hice caso omiso a los otros comentarios que discutían sobre quien había comenzado la pelea, me acomode en el pecho de Thomas antes de caer en la inconsciencia.

3 comentarios:

  1. uiiii que lindo vaa!!!
    suertee con estoo!!
    besotes
    paulii!

    ResponderEliminar
  2. me re emociona jajajja (no de llorar)
    JAJAJ
    bueno segui asi
    me encanta y muchisima suerte...!!!
    mero/juanma....

    ResponderEliminar