martes, 23 de marzo de 2010

C13: Locuras

Los días nuevamente pasaron delante de mis ojos sin que me diera de la más mínima cuenta. Javi intentaban parecer más humana, aunque igual de vez en cuando se notaba que ya no era la misma. Nessa había conocido a un chico nuevo que la mantenía entre las nubes. Thomas seguía recibiendo las llamadas de Helen que le informaba de cada uno de los movimientos de Lorenza, la hermana de Lord, hacia contra nosotros.
Esa tarde me encontraba sola en el bosque leyendo un interesante libro de historia de Seth-North que me había prestado antes de que se fuera de vacaciones con Anna, cuando unas pisadas hicieron crujir las hojas detrás mío. Yo me volteé a ver quien era, esto de que una sádica vampira me buscara con deseos de venganza me estaba poniendo los pelos de punta.

-¡¿Aló?!- exclamé.

Espere unos segundo hasta que una silueta salió de entre las ramas de unos árboles.

-Hola, bocadillo- profirió una gruesa voz masculina.

Ahí lo vi, era pálido como la nieve, vestía una chaqueta larga hasta las rodillas y negra, el cabello rubio atado en una coleta baja, los labios demasiados rojos (como si se los hubiese pintado con un labial muy cargado), los ojos oscuros con ese conocido rayo rojo atravesando su iris y las botas de militar con los jeans gastados también de un color negro.

-¿Qui...qui...quién eres?- tartamudeé sosteniendo el libro en una mano mientras que la otra mano la tenía cerrada en un puño.

Él salió de las sombras mostrándome su puntiaguda cara. Tendría unos 30 años y la delgada figura lo hacía ver más terrorífico.

-Mi nombre es Manuel-profirió el hombre.-para ti, el Kedevac que logrará matarte- dijo antes de formar una sonrisa perversa.

-¿Kedevac? ¿Cómo Lord Kedevac?- pregunté retrocediendo de a poco.

-¡Vaya! La asesina conoce al que mató, ¿eres una cazadora acaso?- indagó alzando una de sus cejas negras.

-¿Cazadora?- proferí con un hilo de voz.

Me miró todavía con su ceja alzada antes de golpear mi espalda contra un árbol y comenzar a estrangularme.

-No sé como una humana tan tonta pudo asesinar a ese gran vampiro.- profirió con su cara muy cerca de la mía.

Intenté tragar un tocó de saliva mientras buscaba el suelo con la punta de mis pies, pero era imposible. Manuel me tenía muy alto sobre el suelo -él era casi el doble de alto que yo.-

-Quie....ro...res...-es lo único que pude decir antes de que ese gran vampiro apretará más mi pobre cuello.

-¿Quieres respirar?- preguntó.

Yo afirmé mientras intentaba zafar su agarré. Manuel comenzó a carcajearse alzándome aún más. Sentí como el aire se iba poco a poco de mis pulmones, como mis manos se ponían cada vez más débiles y como las imágenes de mis amigas, de mi familia, de mis compañeros de clase y de Thomas floraban en mi mente.

-Thomas...-murmuré antes de dejar este mundo.

-¿Thomas? ¿Tu novio?- preguntó -Pobre tío, se le romperá el corazón cuando encuentren a su chica muerta.- agrando su sonrisa exhibiendo todos sus blancos dientes.

Mi vista se fue oscureciendo poco a poco, pero algo en mi interior me decía que hoy no moriría. Que está tal vez no sería la primera vez que estaría al punto de la muerte, que alguien vendría a mi rescate.
Un gritó salió de lo profundo de mi garganta.

-Grita lo que quieras, nadie te escuchará.- Dijo antes de que alguien lo empujará lejos de mí figura.

Caí al suelo de golpe. Me intenté recostar en el árbol, arrastrando mi cuerpo con mis débiles brazos y apenas llegué cerca de una raíces una tos seca me hizo detener. Pose mi oreja sobre una de las raíces viendo unos rápidos movimientos que hacían esos dos personajes.

-¡No te atrevas a volverte a meter con lo que me pertenece!- gritó antes que algo parecido a el partir en rama sonará.

Otras hojas crujieron cerca de mi inerte cuerpo.

-¿Estás bien?- preguntó esa voz tan hermosa.

Yo sólo afirme con la cabeza antes de intentar arrastrarme cerca de su frío cuerpo.

-Maggie- llamó Thomas -no hagas fuerzas innecesarias-dijo acercándose a mí.

-Ten...go miedo- proferí ya guardada en su pecho.

Acarició mis cabellos mientras la hiperventilación lograba que mis pulmones recuperaran el aire perdido.

-Te dije que no vinieras sola- profirió antes de besar mis cabellos.

-Lo...siento- dije todavía separando las palabras.

Él me acurrucó más en su pecho.

-Eres una loca- profirió antes de que una risilla saliera de sus labios.

Me paré aún con algo de dificultad.
-Loca de amor, loca de nervios, pero más que nada loca de amor.- afirmé apoyándome en el árbol en el cual casi muero recién.

-Odio eso- profirió de la nada.

-A los vampiros que intentan matarme, no eres el único- dije tomando más aire.

-Odio que me ames- profirió molesto.

-Cállate y dame un beso.

Nuestros labios se juntaron justo cuando la lluvia comenzaba a caer.
Sabía que esta no sería la primera vez que intentarían matarme, este sólo había sido el pequeño comienzo de una gran bomba que había estallado por culpa mía.

3 comentarios:

  1. HoLa esta super este capi (obvio qe como los demas xD) espero qe sigas asi me encanto eres grande sige asi i llegaras a ser una gran escritora te deseo todo lo mejor qe estes bien bueno me voi adioz cuidate te quiero mucho bezos i abrazos

    Jack Antonio

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  2. aiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii que tiernus,,jajaj segui asi dalay :P
    besotes
    paulii

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  3. woooooooooooowwwwwwwwwwwwwwww!!!!
    ojala una editorial pueda leer esto...

    esta muy bueno todo!!!
    espero el 14
    te quiero mucho
    mero/juanma

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