jueves, 11 de marzo de 2010

C6: Te amo, pero...

Esa semana ni al instituto fui, me había marcado la muerte de Sasha. Los diarios, la prensa y todo el mundo hablaban de ella y otras 5 chicas que había matado de la misma forma. Los bosques y al rededores estaban llenos de policías vigilando cada movimiento de los pobladores.
Thomas se había quedado de alojado en mi casa, ya que mi mamá le había pedido -casi rogado- que se quedará un tiempo con nosotras. Él, galantemente, aceptó, así que desde hace una semana dormía en el sillón del living, en donde algunas noches había recibido mis visitas en las cuales acariciaba su cabello sintiendo su acompasada respiración. Las muertes me estaban afectando demasiado. Cada nueva victima que aparecía sentía que mi corazón se contraía y nuevamente las lágrimas caían silenciosamente.
Eran las 3 de la mañana y todavía no podía pegar ojo, las imágenes de esas víctimas reaparecían apenas cerraba los ojos. Los rostros muertos, ya sangre corriendo y las miradas en la nada vivían en mi mente sin dejar que pudiera dormir.
Agotada de otra noche sin sueño, bajé a la cocina intentando no despertar a ninguna de las dos personas que deberían estar durmiendo. Tomé la linterna que había en el último escalón y con ella alumbré todo el camino hasta la cocina, abrí el refrigerador, saqué un poco de jugo y me senté en la mesa de roble que mi mamá había heredado de su abuela. La luna estaba enorme y su luminosidad hacia que mi pijama de un pálido celeste, se viera blanco. El short con unas lunas más azules y la playera lisa al centro y con las mismas lunas en las mangas eran tan sencillos que lograban fascinarme.

-Tan tarde y despierta- dijo una voz detrás de mí.

-Pesadillas- respondí solamente.

-¿La mismas de anoche?- indagó Thomas alzando una ceja mientras se sentaba a mi lado.

Anoche mis pesadillas habían sido tan vividas. Yo corría por un pasillo del instituto mientras algo -que no pude distinguir- me seguía, sus rugidos eran horribles. Grité, pero nadie me escuchaba. Corrí hasta que la garganta me quemaba. Tropecé y ese fue el momento exacto en el cual esa cosa había acabado con mi vida. Me había despertado sobresaltada y con Thomas al lado. "¿Estás bien?" había dicho "Te oí gritar, por eso vine a ver que te sucedía" había contestado la pregunta que ahora se formaba en mi mente. Lo había quedado mirando antes de lanzarme a sus brazos y nuevamente comenzar a llorar. "No quiero morir" le había dicho entre sollozos. "No morirás, créeme" respondió. "Nunca dejaré que alguien te haga daño" había agregado calmándome totalmente. Esa noche había estado conmigo hasta los primeros rayos del sol.

-Peores- respondí tomándome lo último que me quedaba del zumo de naranja.

-Bueno...- comenzó -si vamos a tener otra noche en vela, que sea en el living...viendo una película- propuso.

-Okey...-dije parándome y yendo a lavar el vaso.

Apenas había terminado de lavar, él tomó mi mano llevandome hasta el living, en donde su intento de cama estaba con las cubiertas corridas y frías. Thomas encendió el televisor buscando una película perfecta para una chica con insomnio provocado por ver gente muerta.

-¿Quieres ver...mmm...Diario de una pasión?- indagó deteniéndose en la que era mi película romántica favorita.

-Adoro esa película...aunque el final me hace llorar.

-No sería la primera vez que te viera llorar- murmuró antes de poner la película.

Comenzó cuando Allie y Noah se conocieron en una feria, Thomas me abrazó justo cuando recordaba cuando era pequeña y buscaba a un chico parecido a Noah, lamentablemente nunca lo encontré. La película pasó hasta llegar al final en el cual los dos mueren abrazados y, como había predicho, unas cuantas lágrimas corrieron por mis mejillas.

-¿Por qué te emocionas?- preguntó Thomas a mi lado mientras los créditos oscurecieron un poco la sala.

-Porque soy tonta y estás cosas hacen que me vuelva más tonta y drámatica- proferí secándome una lágrima. -...O mejor dicho, porque deseo encontrar a alguien que ame tanto, igual que Noah amaba a Allie.

-¿Tú deseas a alguien que te cuide para siempre?- indagó.

-Alguien que sea capaz de morir por mí, alguien que me quiera hasta con una panza de embarazo, alguien que me haga recordar nuestra vida juntos cuando envejezca...alguien que me ame- dije sollozando.

Thomas me miró antes de acercarse a mí. Mi cuerpo quedó recto sobre el sillón. Miré aterrada a Thomas, que estaba, literalmente, sobre mío.

-¿Y si yo quisiera ser tu Noah?- profirió acercando sus labios a los míos.-Si yo quisiera amarte para siempre... ¿qué me dirías?- preguntó rozando sus labios con los míos.

-Yo creo que...- fui interrumpida por sus suaves labios.

Abrí los ojos desmesuradamente, no podía creer que me estaba besando... Thomas Moore...¡me estaba besando!...¡¡A mí!! Cerré los ojos antes de comenzar a responder ese suave y delicado beso. Sus manos se entrelazaron en mi cabello, mientras mis manos recorrían su espalda desnuda -¿había dicho que sólo vestía un bóxers acuadrille?.- Unas de sus manos bajo hasta mi espalda y se metío bajo mi playera. Su lengua acarició suavemente mi labio inferior, como si pidiera permiso de profundizar el beso. Accedí. Un leve gemido escapo de sus labios, esto se estaba pasando de la ralla. Bajo de mis labios a mi cuello, y al igual que él, deje salir un pequeño gemido.

-Te amo- murmuró juntando nuevamente nuestros labios.

-A...i...re- tartamudeé en un intento de detener lo que hacíamos.

-Lo siento- profirió mientras se alejaba, también algo agitado.

Se levanto, me cubrió con las sabanas y frazadas con las que dormía. Me acomodé en un lado dejando un gran espacio para Thomas, él se acostó ahí y me abrazó de la cintura. Cerré mis ojos y me deje llevar por el cansancio acumulado.

-Maggie...- contesté con un leve sonido desde mis labios.-Yo te amo, pero...

-¿Pero?- pregunté todavía adormilada.

-Yo te amo, pero tienes que descubrir mi secreto para que pueda amarte...para siempre- dijo acomodándose.

-Para siempre...-repetí antes de dormirme entre sus brazos.

Esa noche dormí como un bebé entre los brazos del chico que amaba, pero con una nueva misión en mi cabeza...Descubrir el secreto de Thomas y finalmente disfrutar de sus labios todos los días de mi vida (tal y como él había prometido antes de que me sumiera en el sueño más hermoso de mi corta, pero loca vida.

3 comentarios:

  1. uiii q romanticoo!! me encantaa!!
    segui asiii,,suerte besotes
    pauliii!

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  2. esta muy pero muy bueno!
    ademas es muy romantico
    este fue uno de los mejores capitulos...
    la verdad me encanto
    segui asi
    suerte!
    mero/juanma

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